Después de una larga travesía hay que hacer balance

Comienzo esta entrada con la misma pregunta que da título a esta entrada, ¿de verdad vale tan poco? Y es así, los títulos universitario valer, valen bien poco, sin embargo cuestan; cuestan: dinero, esfuerzo, interminables horas de estudio y unos cuantos años (a sumar a los que ya llevamos estudiando desde que aprendimos a leer).

Que feliz día. En la memoria.

Desde que terminé de estudiar he trabajado en cuatro sitios distintos, lo que me ha permitido conocer gente estupenda, de la que guardo buenos recuerdos. Casi toda universitaria, lo que tampoco importa mucho; pero algo que todas tenemos en común, es nuestro profundo convencimiento de que la educación debe ser uno de los pilares sobre los que se sostenga cualquier sociedad que espere progresar y crecer.

Cuando dejé mi tierra para estudiar, lo hice por dos razones, porque la oferta de la UPNA me parecía algo pobre, además de los sabios consejos de mis padres sobre salir de casa (si o si, y se lo agradezco). Pero al volver me encuentro que los problemas de la educación no solo son los que dejé al irme, sino que ahora hay un montón de problemas nuevos.

Entre todos los problemas, tenemos uno de los más increíbles, a tenor de que es una asignatura que damos desde pequeños, el inglés. Al quedar con mis amigas compruebo que algunas (por no decir la mayor parte) sigue sin dominar esta lengua. En el mercado laboral actual no es optativo, se usa menos de lo que se debería; es realmente útil, me atrevería a decir que imprescindible. Permite que los trabajadores interactúen y hagan negocios con cualquier parte del mundo. Yo particularmente, debo estar agradecida a mis padres, por los veranos que me enviaron a Inglaterra y las clases particulares. Pero no todas tuvimos las mimas oportunidades, este es uno de los aspectos que tienen que cambiar, es más, deben cambiar: porque es el dinero de todas el que se está gastando ahí.

Pero lo del inglés siempre se puede remediar, otra cosa que verdaderamente resulta increíble, son las horas y horas que he escuchado a mis amigas como, por culpa de profesores universitarios completamente alejados del mundo profesional, no están preparadas para desempeñar su trabajo en el mundo «real», si «real», porque al parecer la universidad no forma parte de este mundo «real»; esta es una de las causas de que los títulos universitarios carezcan de valor actualmente; acompañado de una escasa capacidad para atraer investigadores de talla mundial a nuestras universidades públicas. Bueno no me enrollaré más con una interminable lista de quejas, dando paso a las posibles soluciones.

Para ello necesitamos que el progreso y la renovación lleguen al Gobierno de Navarra. Podéis echar un vistazo a las propuestas de Roberto Jiménez sobre educación en un vídeo resumen que tengo colgado en internet.

PDF: Reflexiones_VIII_NA